Aquí
no existen las balas
perdidas:
algún cuerpo las encuentra
siempre
y las arropa como
un beso que hierve agudo
hasta pintarnos los labios
de azul y hielo
una bala perdida en
el autobús encuentra
siempre su parada
una bala perdida en el
cine encuentra siempre
una butaca
aquí
todas las balas que
salen de su arma
llevan un mapa de carne
Cortesía del autor. Poema tomado del blog El plomo en la patria.
QUÉ BARBARO, QUÉ DELICADO Y TERRIBLEMENTE HERMOSO ES
Me gustaMe gusta