Silencio, constelaciones de hormigas
muy heridas muy sangradas
negro/ luto
verde/vida
el fuego jardín lleno de sol.
Intermitentes sonidos, no la lluvia
procesión de esporas, no el vacío
transiciones cotidianas
cortejos de porteros visuales
la mueca del lagarto, no la ausencia.
Señalamos con los dedos,
las canicas se cuentan una a una
se contemplan con calma
se miran, se descubren
son redondas, llenan los espacios
tienen magia.
Experimentalistas y profundas bicicletas de silencios, usan espacios,
intervalos de música dinámicos con extensiones en las manos,
pinceles pintan lo mismo dentro de lo mismo
emisión del universo
la mano toma las batutas para armonizar los códigos del muro.
Incinerada fosforescencia,
refugio habitado
movimiento pulso acción
la palabra que nos salva,
esa invisible mano.
La voz callejera;
arde crea rompe
lava con expresionismo
el humo tejido sobre la médula,
cose con tinta vagabunda
los matices de la perfección
mueve las cortinas, las impregna
con vida más vida
Tengo un cuerpo.
MAR BARRIENTOS. Licenciada en Educación Primaria egresada de la escuela Normal de Tlalnepantla. Escritora. Recientemente participo en el 6° Festival Internacional de Poesía y Arte, Grito de Mujer, Flores del Desierto.